Cuando el tiempo se ponía feo o comenzaba a llover, se estaba frente a las mejores condiciones para hacer unas tortas fritas, compañera inseparable del mate cocido. No había quién no supiera amasarla. Llamaba, además, a compartir con la familia o amigos, ni bien salían de la sartén.
¡Qué buenos recuerdos!
En nuestra Fiesta Criolla vamos a revivir esas experiencias y enseñar a nuestros chicos no sólo a amasarlas sino también a compartirlas.
Los que atesoran estos recuerdos, saben amasar, tiene ganas de aprender, serán bienvenidos al Equipo de cocina (comunicarse con el docente de su chico/a, los coordinadores o dejando un comentario en el blog).