El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, por ello es pertinente recordar que “nuestras acciones son nuestro futuro”. Es conveniente aprender sobre los alimentos y consumir los más saludables, así como también aprender a cultivarlos para el consumo diario como hicieron nuestros ancestros y con ellos asegurar la subsistencia en poblaciones vulnerables.
Otro objetivo es intentar que se lleve a cabo un cambio en el actual sistema de producción de alimentos, es decir, mantener la seguridad alimentaria pero cuidar al ambiente en las prácticas agrícolas.
Como comentario a nivel personal, y a nosotros que no tenemos problemas de no tener que comer, hay una frase que resume la importancia de la alimentación y dice “somos lo que comemos”. Más allá de que uno prefiere los alimentos por los sabores o por hábitos culturales o familiares, hay que ser responsables con uno mismo y consumir los más saludables. Los excesos y carencias de nutrientes se reflejan en nuestra sangre, en nuestros huesos, en nuestro peso y en nuestro metabolismo, lo que condiciona nuestro funcionamiento diario, hasta nuestro humor. Los beneficios y/o efectos indeseados de una dieta balanceada pueden manifestarse a corto o a largo plazo. No le restemos importancia.
Profesora Silvia Raffin