Estamos felices de haber compartido con ustedes un aniversario más de Nuestra Patria.
El día estuvo maravilloso, no se podía pedir más luego de una semana de inestabilidad.
La concurrencia fue espectacular, aunque es difícil saber cuántos éramos, se veía al campo bien poblado.
La bienvenida estuvo a cargo de nuestro artista Walter a través de una imagen gauchesca muy bien lograda que, sumada a los colores patrios distribuidos en los diferentes sectores, tornaron a nuestro campo en un inmenso escenario a cielo abierto.
Los encargados de la cocina se lucieron con sus tortas a la parrilla o fritas, además del oportuno mate cocido.
Los bailarines de Jardín y Primaria dieron una buena muestra de lo que venían preparando para la ocasión.
Los coros también aportaron su arte para nuestro disfrute.
El fogón criollo, con más humo que fogón, sumó a muchos de los presentes por el carisma y entusiasmo de los docentes a cargo.
La pulpería, nuestro ranchito de paja, lució bien autóctono y sirvió de marco para el juego con naipes, algún que otro partido de damas y, también, permitió la charla informal bajo el sol.
Los juegos tradicionales fueron visitados por muchos chicos y grandes, quizá en la próxima fiesta podamos estar más entrenados con los hilos, el balero, el capichuá y tengamos la oportunidad de mostrar nuestras destrezas.
Las rondas, las rayuelas, los juegos con sogas y elásticos fueron buenas alternativas para nuestros chicos en el tiempo que mediaba entre la inauguración y los números en el escenario.
Los juegos con cartas para los más pequeños y el Rincón Literario hicieron su gran aporte para, también divertirse, con algunas que otras cuentas en la Escoba del 15 y la siempre estimulante oportunidad de recrear historias a través de los libros.
La ya casi olvidada “taba” en manos de, también, casi expertos después de la experiencia del año pasado.
El cierre musical con Fernando fue el broche para una jornada maravillosa, con interpretaciones que nos conmovieron y nos permitieron disfrutar de un cancionero rico en poesía y muy buena música.
Mil gracias a todos por hacer de la Fiesta Criolla una ocasión especial en la que pudimos sentirnos “comunidad” e integrarnos, formando un solo grupo humano que aunó su esfuerzo para celebrar el primer grito de Libertad de un pueblo que todavía sigue soñando en conquistar nuevas libertades que nos aproximen a lo que San Martín deseó, con todas sus fuerzas, para los habitantes de estas tierras.