30 de Agosto de 1850
D. Mariano Balcarce comunica al Gobierno de la Confederación Argentina el fallecimiento de San Martín. Como albacea testamentario, Balcarce comunica a Rosas que la cláusula tercera del testamento del prócer disponía la entrega a aquél del sable que le había acompañado en toda la guerra de la independencia de la Ameríca del Sur, como una prueba de la satisfacción -dice dicha cláusula- que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla.