Hoy sentí la necesidad de expresar mi sentimiento, haciendo una revisión de este año, me di cuenta de todo lo que nos dejó, de que nada sucede porque sí, todo llega para algo mejor sin ninguna duda, que el dolor enseña; nos muestra nuestra peor cara, pero se aprende, fue un año diferente, lleno de nuevas aventuras por recorrer, obstáculos, caminos sinuosos, grandes pendientes y bajadas sorprendentes; hoy les puedo decir que fue una gran aventura vivida, llena de aciertos, desaciertos, llantos y alegrías. Sé que el camino es el AMOR, la FÉ, la familia, los amigos.
¡Dios es el camino! Al mirar atrás se que no hubiésemos podido avanzar sin ÉL.
Hay personas que dicen tengo muchos amigos, otras dicen tengo pocos amigos o quizás hasta haya quienes digan no tengo amigos. Yo les puedo asegurar de que siempre hay un amigo a tu lado aunque a veces no lo podamos ver, quería compartir con la comunidad toda del Colegio Yapeyú mi inmensa gratitud por lo vivido durante este año, el orgullo que siento de haber sido parte de esta institución, y hoy como tutora, les puedo asegurar que nuestros hijos no solo forman parte de una excelente formación académica sino también humana, las circunstancias nos mostraron que de la mano, unidos por la fé, la oración, el amor, todo es posible, fuera cual fuera tu creencia religiosa, la comunidad toda del Colegio Yapeyú se unió una y otra vez, siempre que fue necesario, Francesco, Juliana, docentes, familiares de docentes, cual fuera el motivo, siempre nos encontró unidos en la fé, el amor, la oración, la solidaridad y no saben la emoción que siento al tener que nombrar tantas veces estas mismas palabras porque simbolizan lo que pudimos lograr juntos en esta gran comunidad, Gracias a todos, con inmensa felicidad, ¡¡¡mis mayores deseos!!!
Desde el corazón,
María Belén García.