Mediante la Resolución 313 de la Dirección General de Enseñanza Privada de la Provincia de Corrientes, el 17 de agosto de 1990 el Colegio Yapeyú deja de ser un sueño de dos para ser una realidad, para comenzar su camino en la educación.
Este acontecimiento fue muy importante para nosotros, habíamos logrado el primer objetivo que nos habilitaba a emprender el gran desafío de darnos a conocer y sumar a nuestro proyecto familias que confiaran en nosotros, sin más evidencia que la infraestructura y el equipamiento que disponíamos en ese momento. ¡Y lo logramos! 30 familias creyeron en nuestra propuesta e inscribieron a sus hijos en primer año de la Secundaria.
Fue así que marzo de 1991 nos encontró con el primer grupo de alumnos que transitaría por nuestras aulas, de la mano de nuestra querida Graciela y los docentes que se sumaron a nuestra propuesta. Luego, varios de ellos terminarían Secundaria en 1995, convirtiéndose en la Primera Promoción del Colegio Yapeyú.
Ya en 1992 incorporamos a nuestra propuesta Jardín y Primaria y con estos nuevos niveles fueron 357 chicos los que poblaban nuestras aulas y patios.
Al año siguiente fueron 720 y al próximo (1994), 914 alumnos, que ya habitaron los espacios de “la casa propia” y al año siguiente, el Campo Deportivo.
Las huellas de “los 2000 pies” se comenzaron a ver en 1999 y de allí en más, por contingencias de un país como el nuestro y por decisión propia, la matrícula osciló entre 800 y 1100 alumnos.
Viendo cómo en tan pocos años tantas familias se sumaron a nuestro proyecto y nos eligieron para compartir la educación de sus hijos, estamos más que satisfechos y orgullosos de lo que pudimos lograr en estos 25 años:
- Equipos de trabajo comprometidos con una propuesta que no admite rutinas, que requiere de ellos reflexión sobre la práctica y búsqueda de mejora permanente.
- Familias que comparten nuestras aspiraciones y objetivos, logrando así desarrollar académica y humanamente a nuestros chicos.
- Alumnos en las mejores condiciones para aprender, dispuestos a pensar críticamente, habilitados desde siempre a aportar para mejorar la propuesta escolar y humana.
- Un medio que nos reconoce como educadores de valía y nos aporta diversa oportunidades para que todos podamos aprender más y mejor.
Tenemos mucho para celebrar y también mucho por hacer. Pero hoy, 17 de agosto, solo vamos a celebrar y agradecer a Dios por todo.