El camino abrupto y rebelde, tan traidor y falso, no fue la única dificultad que tuvo que vencer el gran soldado de la Patria. Estaba también la falta de agua. En la Cordillera no hay agua, o sólo hay en contados puntos. Por este motivo, San Martín debió regular la travesía por jornadas, según los sitios donde había agua para saciar la sed de más de 5.000 hombres y de más de 10.000 bestias.
El cerebro humano, está compuesto de un 95 % de agua, la sangre de un 82%, y los pulmones de un 90% de agua. Es por ello, que apenas una disminución de un 2% en la composición de nuestro cuerpo puede causar ya los primeros síntomas de deshidratación, como son la pérdida momentánea de la memoria, problemas con las matemáticas, y dificultad en enfocar la mirada en objetos o letras pequeñas.
Un déficit de agua del 4% acarrea dolores de cabeza, irritabilidad, somnolencia y graves dificultades de concentración. Si alcanzamos un 10% de pérdida de peso corporal debido a la deshidratación, podemos perder la vida.
Asimismo, es necesario recordar que el agua puede también ser beneficiosa en la prevención y cura de muchos tipos de enfermedades y dolencias que afectan a muchos sistemas del ser humano.
Prof. Aymará Benitez Rosende