Este año el Día Mundíal del Medio Ambiente tiene como lema Piensa. Aliméntate. Ahorra. Cada año se desechan 1,3 billones de comida, lo que equivale a la producción total del África Subsahariana. Al mismo tiempo una de cada siete personas en el mundo se va a la cama hambrienta y más de 20.000 niños de menores de cinco años mueren diariamente de hambre. Así, un 98% del hambre mundial se da en países en vías de desarrollo.
Piensa. Aliméntate. Ahorra. pretende animar a todos a disminuir la huella alimentaria evitando el desequilibrio actual y sus efectos en el medio ambiente. Hemos de ser conscientes de las consecuencias de nuestras decisiones alimentarias y de cómo tomarlas de forma más acertada.
Actualmente nuestro planeta trata de ofrecer los recursos necesarios para sus 7 billones de habitantes , sin embargo, un tercio de la producción alimentaria se pierde o es desechada. Ese hecho es altamente perjudicial para los recursos naturales y genera consecuencias negativas en el medio que nos rodea.
Si desperdiciamos comida, significa que todos los recursos empleados para producirla también lo son. Así por ejemplo, producir un litro de leche supone gastar 1.000 litros de agua o producir una hamburguesa 16.000 litros… Todas esas emisiones de gas durante el proceso habrán sido en vano si desechamos alimentos.
De hecho, la producción global de alimentos ocupa un 25% de la superficie habitable, un 70% de consumo de agua, un 80% de deforestación y un 30% de gases. Es, por tanto, uno de las actividades que más afectan a la pérdida de biodiversidad y a los cambios en el uso del suelo.
Pero, ¿qué significa tomar decisiones acertadas? Elegir aquellos alimentos cuyo impacto al medio ambiente es menor, es el caso de la comida orgánica en la que apenas se usan productos químicos. O adquirir productos en mercados locales en los que se sabe que no ha sido necesario el transporte y por tanto, no han supuesto grandes emisiones de gas.
Existen muchas formas de convertir nuestro consumo en sostenible. Hacer más con menos es esencial para no agotar todo lo que nuestro planeta tiene que ofrecer. Debemos ser creativos e innovadores para hacer realidad un estilo de vida sostenible y que al mismo tiempo proteja la naturaleza que nos rodea.